Notas Sonoras

30.12.07

Las Orejas del Sillón de mi Abuelo


No hay nada mejor que comenzar un post con un título un tanto extravagante; pero también lo es animarse a escribir algo con el simple hecho de mirar detenidamente lo que tengo en frente. Basta con observar algo de forma distinta, no es necesario un estado anímico especial, sólo hay que objetivizar; esto es, dejar de ser nosotros mismos por unos puñeteros segundos.
Mirar y escribir algo sin saber muy bien porqué lo haces, escribir distinto observando algo excesivamente cotidiano o lo que es lo mismo, inspirarse por una musa en horas bajas.
Malos tiempos para la lírica, pero a la par, buenos para la paranoia. Creo que lo que acabo de escribir es eso, una lírica paranoica.
Probable es, que el que lea mi cariñosa, cotidiana y casera paranoia piense que el origen sea las orejas del sillón de mi abuelo, podría ser; pero es difícil puesto que mi abuelo ni tiene sillón ni tiene orejas, no mi abuelo sino el sillón.

26.12.07

Mi amigo "El Vitaminas"


Al igual que Juan José Millás en su libro “El Mundo”, yo también tuve un amigo como el “Vitaminas”; personaje que se caracteriza por su marcada fragilidad. No tengo los recuerdos tan lúcidos y con tantos detalles como el autor muestra en su libro; pero al igual que él, mi amigo me dejó una huella imborrable.
Se llamaba Oscar, y vivió durante un breve periodo de tiempo en frente de mi antigua casa. Oscar, era la debilidad personificada; probablemente sufriría algún tipo de enfermedad degenerativa. Esto, obviamente yo no lo sabía, lo único que tenía claro era el miedo a tocarlo, me daba la impresión que si me acercaba en exceso, mi amigo se rompería como un caro jarrón al que está terminantemente prohibido tocar. Cada vez que intentábamos jugar, había alguna voz que me decía: “ ten cuidao con Oscar no le vayas a hacer daño”; no podría hacérselo jamás, pues no sólo sentía un especial cariño por él sino porque jugaba a bastante distancia, me auto-imponía un mínimo de medio metro.

A diferencia de Millás, yo no veía el mundo desde la rejilla de la casa del Vitaminas pero aprendí y viví un mundo de nuevas sensaciones junto con una persona que hasta su forma de hablar era singular, ya que pronunciaba mucho las eses y con la jota parecía que se iba a atragantar.

Vino de Madrid y regresó a los tres meses. Poco tiempo después mi madre me dijo que mi amigo Oscar, se había ido al cielo con los angelitos. Yo le dije a mi madre, que los avisara de alguna manera que “tuvieran cuidao con Oscar no le fueran a hacer daño

24.12.07

Felices Fiestas

Lo prometido es deuda, ¿verdad Ñako?. Gracias a todos por hacer que este año haya sido uno de los mejores de mi vida. Gracias a mis amigos y a los compañeros de Juventudes ( que son prácticamente lo mismo), a mi familia y sobretodo a mi novia ( Cari Power), pues me ha tenido que aguantar y lo peor, lo quiere seguir haciendo el resto de su vida.
Os deseo que los peores días del 2008 sean como los mejores del 2007.