Notas Sonoras

28.7.06

DANZAS ANTINACIONALISTAS


Durante estos días se está celebrando en Cáceres el Festival Folclórico de los Pueblos del Mundo. Bailes típicos de una gran variedad de países recorren las calles de esta ciudad, así podemos ver las delicatesem coreográficas de países como Bolivia, Cuba, Ucrania, España…

Sobra decir que este tipo de festivales fomentan la diversidad cultural y rompen, aunque sea por segundo, arraigados sentimientos etnocentristas, o lo que es lo mismo, nublan la patética “mentalidad del campanario”.

Cabe deducir de este tipo de actos, al igual que ocurre con el Womad, profunda reflexiones que transcienden de lo meramente festivo. Provocan así, que las fronteras se conviertan en simples divisiones, líneas artificiales trazadas, muchas veces, de forma aleatoria e incluso caótica, trazos en un mapa, que al expandirse o contraerse han dejado tras sí, un histórico e inservible reguero de sangre.

En estos días en Cáceres, se ridiculizan pues, los nacionalismos; de cuyo sentimiento brota el odio, la supremacía, la prepotencia, la xenofobia; un sentimiento (que no ideología) ruin, cobarde, eso es, un auténtico pavor a lo ajeno, a lo desconocido.

En definitiva, son bailes movidos por el ritmo de la tolerancia, coreografías improvisadas al compás de la igualdad. Danzas de un país, mi país, carente de banderas, himnos, de líneas mal trazadas; esto es, un país llamado mundo.

25.7.06

ARNOLD AZNAREGGER


De nuevo Arnold ha vuelto a hacer gala de su incuestionable patriotismo. Con su porte altanero digno del más elevado cliché español, Aznaregger ha irrumpido de forma aplastante en el campo de batalla. El solo, al estilo yankie, sin miedo a caer en el frente, todo por las barras y estrellas, dispuesto a cazar a los malos, ha vuelto a adentrase en una misión cuyo único objetivo es no pasar desapercibido.
Un suicida incomprendido que obvia por completo el relativismo maniqueísta, su cerebro es una meba, lo simple le sobrepasa; pero su gallardía patriótica no tiene parangón.
Ahora se nos va a Oriente, dice que quiere bombardear el Líbano, los que viven allí son muy malos y pretende quitarlos del medio. Arnold sólo cumple órdenes, está entrenado para obedecer, no cuestiona nunca a su superior, él es el que manda, el que sopesa la situación, el que piensa, el cerebro de la operación, el listo, el guapo y el bueno; estos es, el Coronel Bush.

TÓCALA OTRA VEZ


Esto es precisamente lo que voy a hacer: tocarla. Voy a empezar con una nueva melodía, armoniosa para algunos e hirientes para otros; pero siempre sonora, es más, yo diría que ensordecedora.
Después de un prolongado silencio, las notas vuelven a sonar.