Notas Sonoras

27.3.11

UNO MÁS

Un post, otro. Uno más. Puede ser tan vacío que lo único que contenga sea unas estructuras medianamente lógicas del lenguaje; pero sin ningún mensaje, sin contenido, pues eso, vacío. Escribir por escribir, ya comenté algo sobre esto un día. Recuerdo que empecé hablando sin decir nada y acabé, no me acuerdo cómo ni por qué, describiendo el sillón orejero de mi abuelo.

Y no es que esto tenga relación con mi estado de ánimo o algo parecido, no en absoluto; no pretendo ahora sumergirme en mi fuero interno, no voy a asomarme a esa cercana profundidad y ver si estoy vacío o repleto de no sé qué, no para nada ¡Me da una pereza enorme! No, todo es mucho más sencillo: simple y llanamente me gusta hacerlo.

Me gusta ponerme a teclear sin saber muy bien cual va a ser la siguiente palabra que voy a utilizar, me encanta escribir sin guardar para nada una estructura estética y romper cada dos por tres con el ritmo narrativo; pero sobre todo, me gusta escribir sin pensar a quien va dirigido, quien lo va a leer y qué mensaje le va a llegar. Sinceramente, me da igual.

Ahora podría ponerme en plan poético pedante y decir, que todo esto se asemeja a como soy y a lo que quiero; en definitiva, que he fabricado una cursi metáfora sobre mí. Quedaría perfecto decir ahora que yo vivo en presente, que voy dejando el pasado sin revisarlo, sin corregirlo y que el futuro ya vendrá, llegará como sea y ya se afrontará; total si en nada va a ser pasado y ni siquiera le voy a echar un ligero vistazo.

Pero no, esto no es ninguna metáfora, no hay nada de profundidad, no hay mensaje, todo es superfluo, banal, son solo letras que no vienen a decir nada, no es más que una hueca improvisación sin estética y arrítmica. Así es este post, otro. Uno más.

22.2.11

EL MARIDO VERDUGO. Carolina Coronado


Hace poco he descubierto a una poetisa extremeña, nacida en Almendrelajo, que a medida que voy conociendo más su obra, más me fascina. Eso mismo me ha pasado con el poema que Carolina Coronado escribió en 1843. Trata el asunto de los malos tratos con una claridad asombrosa para la época; esto me hace ver que esta mujer, además de ser una gran artista, era muy valiente; lo que me lleva a pensar, que era una gran mujer. Hay dejo un fragmento:

(...)

Ella os dirá que a veces siente el cuello
por sus manos de bronce atarazado,
y a veces el finísimo cabello
por las garras del héroe arrebatado.

Que a veces sobre su seno transparente
cárdenas huellas de sus dedos halla;
que a veces brotan de su blanca frente
sangre las venas que su esposo estalla.

¡Y que hay del tierno corazón llagado
más sangre, más dolor la herida brota,
que el delicado seno macerado,
y que la vena de sus sienes rota!...

Así hermosura y juventud al lado
pierde de su verdugo; así envejece;
así lirio suave y delicado
junto al áspero cardo arraiga y crece.

Y así en humanas formas escondidos,
cual bajo el agua del arroyo el cieno,
torpes vivientes al amor uncidos
la madre sociedad nutre en su seno.

EL MARIDO VERDUGO. Carolina Coronado

25.11.10

A BORRAR ESE DIBUJO EN FORMA DE FALO

Hoy no voy a escribir nada en contra de la violencia sobre las mujeres; me produce tanta rabia cada vez que pienso en ello, que sólo podría escribir palabras llenas de odio hacia esos asesinos cobardes, cuya evolución intelectual se quedó anclada en el Neolítico. Machistas que siguen sin querer borrar ese asqueroso falo que se ha ido dibujando a lo largo de la historia, trazado a conciencia para mantener la supremacia de los machos; visible éste en instituciones, culturas, religiones y gobiernos.
Ahora, hoy, entre todas y todos, pero sobre todo nosotros, tenemos que borrar ese viril y opresor
dibujo para siempre. Pero mejor me callo, no digo nada... Y LO BORRO

14.11.10

NEGRO



El negro, ese es su color. Un negro suave, cálido e infantil. Un negro oscuro que llenaba de luz allá por donde pasaba. Un negro que iluminaba hasta la más tenebrosa oscuridad. Y cuando ese color se iba, por momentos, aparecía el frío en nuestras vidas. La casa se quedaba oscura, triste, y las lágrimas no hacían más que humedecer lo inevitable, éramos conscientes que empapar la ausencia no hacía más que hinchar la melancolía.

Pero equivocadamente pensábamos que ahí se quedaría, que la nostalgia de su recuerdo sería llevadera y que con jugar con la imaginación pensando en ella, nos aportaría una irreal pero placentera sensación de cercanía. Y efectivamente así era, era porque ya no es.

Ahora desde la lejanía sentimos cómo el color ya no irradia esa luz, el frío es más gélido que nunca aquí y allí, y las lágrimas de nuestro color ahora empapan una arena seca que no se mojará jamás.

Hoy, a alguien no le gusta su color, nuestro color. Son los mismos indeseables que han decidido apagar su luz, esos mismos que colocaron la arena seca que jamás debió existir. Esos que bajo un manto de intolerancia esconden la bajeza de su cobardía. Sí, eso es lo que son, cobardes. Cobardes que desahogan su frustración haciendo sufrir.

Entonces escuhamos un triste susurro de nuestro color: YO NO HE HECHO NADA, dijo. Fue entonces cuando descubrí la verdad, la única verdad posible: el negro no es su color, nuestro color; su color, nuestro color, es LIBERTAD.
Para Maglaha

5.11.10

EL RELATO DEL SUEÑO DE RAJOY


Hoy he tenido una desconcertante pesadilla: estaba metido en la cama con el Señor Rajoy, imagínense, cosa que él pues tampoco le haría mucha gracia conociendo sus “ligeros” reparos a todo lo que huela a homosexualidad; y de repente, da un grito terrorífico diciendo: ¡¡¡PRIVATIZACIÓN!!! Y justo ahí, me desperté.
Créanme, que al ser consciente de lo que había ocurrido, me sentí peor que “Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, y se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto”. Ni Kafka podría haber definido con exactitud lo terriblemente angustiado que me sentía esta mañana.
Ante esto, no cabe otra que preguntarse inmediatamente qué podría significar esto. Qué interpretación podría tener este sueño, si es que lo sueños se pueden interpretar. Enseguida pensé en Freud, su escuela psicoanalista me parece poco científica pero no me quedaba otra. Pero era obvio que los instintos primarios del Tánatos y la Lívido, no podrían estar relacionados con mi sueño, creo que tengo una salud mental medianamente normal, pero si este mismo sueño lo hubiera tenido el Señor Alcalde de Valladolid, probablemente la Lívido hubiera tenido un papel fundamental en tal interpretación.
Pero dejando lo psicológicamente anormal a un lado, me centré en hacer un análisis más realista.
Es evidente, que el Señor Rajoy lo que ha pretendido es sacar un poquito la cabeza por encima de la manta y abrir un ojo. Después de un letargo de más de siete años, sus legañas le han empañado tanto la visión que no consigue ver nítidamente lo que ocurre a su alrededor, es lo que tiene dormir a pierna suelta.
Era más que evidente que su placentero estado de la derecha chip, esa que no se mojaba en nada y que en ocasiones, con palestina al cuello, se atrevía a pasar por la izquierda a mi partido en muchas ocasiones; tenía que llegar a su fin.
Ya no era sostenible el carrusel de incoherencias, y con el tiempo, nuestro personaje, afortunadamente se fue dando cuenta. El Señor Rajoy empezó a echar cuentas y se preguntaba: - en la realidad, cuando tenga que despertar, pedir más gasto público reduciendo ingresos, sólo es posible en mi idílico mundo, en mi mundo onírico. Pero ¿Cuál es la solución a esta difícil realidad? Debe existir algo, una incógnita escondida en algún lugar de mi maleable ideología.-
Entonces ocurrió, lo encontró, la incógnita se escondía en ese triste y sucio rincón del cerebro dónde se guardan las cosas que no nos atrevemos a decir. Pero nuestro gallardo protagonista, consiguió limpiar todo el chapapote que ensuciaba este lugar, y apareció la palabra. La sensación que le envolvía en ese momento era una mezcla entre frustración y alegría. Frustración, por lo fácil que hubiera sido desde un principio encontrar la solución si se hubiera despertado antes. Y alegría, porque como todo gran líder había encontrado la llave con la que abrir la puerta de la cobardía.
El siguiente paso era evidente, tenía que hacer copias de la llave y repartirlas a todos sus seguidores. Pero ahí la sensación de frustración le invadió otra vez. Sabía que aunque tuviera la llave, se iba a encontrar con una gran cantidad de puertas que chirriarían por su oxidación y otras muchas que directamente no se abrirían nunca porque simplemente no habría valor en sus seguidores.
Entonces, nuestro personaje, bostezó. Se cubrió lentamente con la manta y se sumió de nuevo en un profundo y sosegado sueño.

19.10.10

La cuenta atrás

Si estás leyendo esto te quedan 5, 4, 3, 2, 1..... Espera, detengo la cuenta atrás. Aún no es el momento, vamos a esperar un pelín más.
Así despacito, sin el paso firme que aquí no es necesario. En este insólito lugar si te tambaleas, aprovechas y bailas; y si vas arrastrado, te servirá para limpiar el sucio camino que vas a recorrer; tú te quedarás con toda la mierda pero no te preocupes, el que viene detrás irá pegado a tu culo; es asqueroso también, pero llegará limpio.
En un lugar así, lo importante no es llegar, sino detenerse y mirar de lejos el final, otear el horizonte cuando estás en lo más alto, y ponerse a gritar como si estuvieras fuera de sí. Pero lo peor es cuando uno se da cuenta de que aquí los gritos son silenciosos, sólo los escuchas tú. Tú gritas con todas tus fuerzas y la respuesta es el silencio, la ignorancia, la más absoluta incomprensión. Vuelves de nuevo a gritar y te calla el viento, te corta la respiración y ya no te escuchas ni tú. Ahora recapacitas y piensas: ¿será mejor así? Pero crees que no, que puedes vivir insonorizado, aislado, cerrado de ojos, oídos y manos, pero nunca de boca, nunca callado.
No, nunca no, el final está en la cuenta atrás y ahí, ahí ya te callarás.

5.2.10

NINI, ni estudian ni trabajan


La Generación NINI, la que ni estudia ni trabaja, la que carece de normas morales y no distingue el bien del mal. Esta es nuestra generación de jóvenes, la de la sumisión, la del pasotismo, la del todo vale y la del nada importa. Sin duda, los y las jóvenes no son como los de antes. No vendría nada mal que ese programa de televisión de Escuela del 63 se extendiera realmente a la educación actual.

En cambio, cuando yo era joven nos preocupábamos por los problemas sociales, políticos, culturales, humanitarios... ahora no. La única preocupación que tienen es emborracharse en los botellones, grabar con sus móviles cualquier aberración para acabar matándose en sus coches por ir con unas cuantas copas demás.Debo reconocer que yo no coincido nunca con ellos, no me apetece arrimarme a estos degenerados hijos de la anomia cultural; pero estoy seguro que estas afirmaciones son totalmente ciertas porque estoy harto de verlo en todos los medios de comunicación. Todas las noticias relacionadas con las y los jóvenes son nefastas, tristes, me avergüenzan, no aparece nunca nada positivo; pero es obvio, no lo hacen. No hay nada más que encender la televisión para ver su verdadera forma de actuar, de vivir, de reaccionar, programas como Gran Hermano, Generación NINI, Escuela del 63... reflejan fielmente como son.

En mi generación había jóvenes militando en diferentes movimientos políticos sin recibir nada a cambio, algunos se iban voluntarios a colaborar en países con dificultades, era una generación formada que intentaba ayudar y aportar con sus conocimientos ideas innovadoras con el fin de que este mundo fuera un poco mejor. Una generación ilusionada, cargada de sueños y motivada por seguir removiendo conciencias, esas mismas conciencias aletargadas que no ven más allá de un simple monitor.

Tengo 31 años y esta es mi generación; la NINI, simplemente no existe, tan solo es una ruin y triste campaña mediática y comercial que no hace otra cosa que ensuciar la imagen de todas y todos los jóvenes. A pesar de ello, a pesar de esta especie de desinformación interesada, estoy seguro que la juventud seguirá ilusionada, continuará soñando en ese mundo mejor, y serán precisamente ellas y ellos los que acaben limpiando esa sucia imagen.