Y VA DE FÚTBOL

Distracción de la realidad, el nuevo opio del pueblo, desvío intencionado de la opinión pública, sistema de control de las masas, aborrega, idiotiza…
Últimamente infinidad de calificativos de este tipo escucho y leo de bocas y artículos de individuos supuestamente intelectuales y abanderados del pensamiento libre. Y todos ellos referentes al peliagudo deporte futbolero.
Por favor, ya está bien! Sean ustedes más profundos en sus reflexiones y no sean; sin embargo, personas vulnerables y maleables por axiomas libertarios pueriles y arbitrarios; esto es, no me sean ustedes los borregos.
Es una obviedad que el fútbol está total y desgraciadamente mercantilizado y, además, es ensalzado por el poder mediático de los medios de comunicación. Todo esto no me gusta en absoluto; pero les recuerdo que estamos dentro de un sistema capitalista y neoliberal y que; por tanto, absolutamente todo es absorbido por la injusta Ley de la Oferta y la Demanda. Regido también por esta Ley está, por ejemplo el arte y la cultura; mas no comentan casi nada sobre ello; quizá será porque el acceso a esto último aún siga siendo un poco elitista, y consecuentemente menos tentador a criticar; mientras que el fútbol llega todas las capas sociales y, por ello, es cómodo descalificarlo como vulgar y poco intelectual.
No pretendo ser un defensor a ultranza del fútbol y su mundo, existen demasiadas cosas en él que aborrezco, sino lo que pretendo es defender al aficionado que se apasiona con un deporte verdaderamente apasionante ( valga la redundancia); pues considero que el fútbol sólo idiotiza al idiota.
Para mi este deporte representa unos años maravillosos de mi infancia, debe ser una unión de cultura e identidades y, sobre todo, es una excusa perfecta para reunirnos mi hermano Alberto, sus colegas y los míos, para echarnos unas cervecitas y unas risas a la par de compartir emociones y disfrutar de Ronaldinho y su gran Barça.